Por: Milan Mauricio
Grušić Ibáñez. Yo soy un Casco Azul!!!!
Provincia Imperial, Chile, 2 de febrero de 2012.
Pasadas las once de la mañana,
del 2 de enero del presente años, se iniciaron incidentes gracias a la
colaboración de Carabineros de Chile. Ya se ha hecho habitual que los
funcionarios del estado provoquen a los ciudadanos, con el fin de tener razones
suficientes para la disolución de cualquier grupo de personas que se encuentren
manifestando sus carencias y conflictos en espacios públicos.
Todo comenzó con la detención de
un chaval, menor de edad, que dio un alerta masiva al grupo de manifestantes,
que se pusieron en guardia; y, por consecuencia, la alteración propia de la situación.
El trayecto de la estación de
metro Los Héroes, a la estación de metro Estación Central, concurrió con una gran represión de las
Fuerzas Especiales de la poli criolla. Jóvenes acorralados en el bandejón
central, de la Alameda ,
no dejaban de avanzar hacia la
Universidad de Santiago. Pero, eso no impidió que carabineros
actuara con total impunidad, mojando y golpeando a los pibes.
En esos momentos, un grupo de
“Observadores y Defensores de DD.HH. Chile” (Cascos Azules), nos percatamos de un
herido. Un muchacho fue golpeado en su cara, por un chorro de agua del carro
policial, dejándolo casi inconsciente, y con el rostro sangrante. La barbarie
de carabineros no coincide con el estado de derecho y la democracia que,
supuestamente, rige en nuestra Satrapía.
Muchos jóvenes fueron detenidos,
sin motivo claro, por el sólo hecho de estar caminando por la acera. Ya ni
caminar por las “anchas Alamedas”, de Santiago, se puede sin la autorización
del sionista-nazi Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter. ¿Dónde están los
tratados ratificados por Chile en materia de Derechos Humanos? Queda claro, en
2011 y ahora en pleno 2012, el ser estudiante, o parecerlo, puede ser
considerado un delito por la autoridad de turno.
Las escaramuzas se incrementaron
cuando un grupo de chiquillos se refugió en la sede universitaria. Donde fueron
agredidos permanentemente por carabineros. La utilización de una mochila lanza
lacrimógena apareció por segunda vez en una marcha, produciendo, al parecer,
cierta inconciencia de algunos manifestantes. Habría que preguntarse cuál es la
concentración de esos químicos, o qué tipo de gases está utilizando
carabineros.
Jóvenes detenidos dentro de la estación
de metro, en los andenes, y adolescentes manoseadas por carabineros, fue algo
más de la brutalidad de un grupo de funcionarios del estado pagado por todos
los chilenos.
Dos jóvenes hermanos fueron presa
de unos brutos uniformados. Ambos fueron barbáricamente tirados al suelo. La
peor parte de la llevo la pobre chica que sufrió el peso completo del
carabinero en su espalda. El estólido funcionario no encontró mejor forma de
reducirla que montarse encima de la frágil adolescente. Gritos de dolor,
desesperación, e impotencia se hicieron sentir en toda la estación. Más de
algún ciudadano, usuario del metro, se escandalizo, y expreso su molestia al
ver tal depravado hecho protagonizado por un Carabinero de Chile. La chica fue
manoseada y rota sus ropas, una completa humillación sin sentido, autorizada
por el Ministerio del Interior, la Intendencia de Santiago, y el alto mando de
Carabineros
Dos Cascos Azules fueron
acorralados por un grupo de polis montados, obligando a uno de ellos a subirse
en una reja de protección del sector. El Casco Azul quedo con heridas leves,
pero ambos voluntarios quedaron atónitos por el comportamiento asesino de las
Fuerzas Especiales. Lamentablemente los Cascos Azules continuaron siendo
acosados, empujados y amenazados por carabineros.
Grupos de civiles fueron
obligados a cruzar por la calzada de la Alameda , con pleno tránsito de vehículos, para
hacerlos abandonar el sector. Es curioso que carabineros no interrumpa el tránsito
de automóviles, con el consecuente riesgo de que algún manifestante fuere
atropellado, o un auto fuese envestido por vehículos policiales que transitaban
contra el tránsito y a gran velocidad.
Ciudadanos, y contribuyentes,
fueron avasallados por el estado, mediante sus fuerzas represoras. Hoy, es cuanto
más se necesita poner en claro quien manda en Chile, quienes reciben salarios
con el dinero de nuestros impuestos, y quienes viven a costa de los
trabajadores de la
Satrapía Imperial de Chile.
El fascismo sionista tiene una
oficina en La Moneda ,
pagado por todos nosotros, y encima nos mantienen reprimidos y violentados en
nuestra dignidad humana.
Nuevamente un Casco Azul fue
acosado y violentado por Carabineros de Chile. Lamentablemente corrió la peor
de las suertes, fue arrestado, arbitrariamente, por algunos efectivos, bajo la
argucia de que no se identificó.
En un oscuro y sofocante carro de
la poli, fue llevado un joven y guapo Casco Azul. Aunque algunos ciudadanos
trataron de ayudarlo, no impidieron que se concretara su fatídico destino.
Al llegar a la 21º Comisaría de
Estación Central, fue bajado del vehículo y llevado a realizar el procedimiento
habitual. Curiosamente el mozuelo cuenta que el trato de los funcionarios fue
extremadamente cordial y respetuoso. Mantuvo una larga conversación con algunos
funcionarios, en espera de que se le liberara de su enclaustramiento. Lamentablemente,
dentro del procedimiento estaba contemplado el pasar a control de detención,
donde es llevado a una celda, sin cordones en sus zapatos, sin cinturón, y sin
cosas de valor, en resumidas cuentas tratado como un vulgar criminal. Lo
terrible es que fue obligado a quitarse su hatta (paño palestino), su egal
(cordón) y sus lentes. El joven respondió briosamente que permitía que fuese
pasada a llevar sus creencias religiosas, debido a la ignorancia de los
funcionarios, pero que no permitiría que lo dejara ciego.
Fue esposado y despojado de sus
lentes, en espera de su salida. Tras unos minutos un funcionario le pidió
disculpas, pero que tenia que entender que los procedimientos policiales son
así, a lo que el mozuelo Casco Azul le respondió: “Soy Observador de DD.HH., pueden humillar mi fe, pero nadie en esta
comisaría, nadie en el estado Chileno, y nadie en el mundo tiene derecho a
dejarme ciego”. Eso sirvió para que los funcionarios apurasen los trámites,
e hicieran una excepción, ya que la cantidad de chicos detenidos fue enorme, para
liberarlo lo más pronto posible.
Sus colegas Cascos Azules, desde
fuera, también hacían los trámites para que el procedimiento se acortara al máximo,
e informasen a los oficiales a cargo, de la estolidez y sin razón de la detención,
como de informar que un voluntario de los “Observadores y Defensores DD.HH.
Chile” se encontraba en reclusión en su unidad. También se informó a la Intendencia de
Santiago del hecho.
Todo esto provocó una liberación
rápida y con las debidas disculpas, por parte de carabineros. Lamentablemente,
aun está sujeto a ser requerido por la fiscalía, para dar explicaciones de los
hechos ocurridos, desde su punto de vista.
Dejó las celdas con el adiós de
un grupo de chiquillas, detenidas en la marcha, que se despidieron diciendo: “chau tío”.
A
la salida el joven observador se encontró con sus compañeros y con los
Cascos Blancos. Estos otros observadores, al parecer, se notaban algo molesto
por la presencia de los Cascos Azules. Curiosamente, los dos grupos, que
cumplen la misma función de salvaguardar los “Derechos Humanos” de los
ciudadanos libres, del abuso de la autoridad; uno de ellos, los Cascos Blancos,
entienden esta función como una competencia y un espacio para monopolizar su
labor, al punto de llegar y desacreditar a los que no pertenezcan a su grupo.
Es temporada de caza de Cascos
Azules. Si no son los Cascos Blancos, son los pacos los que presenden colgar la
cabeza de un Casco Azul sobre las chimeneas lujosas de sus casas.
El mundo esta loco, y necesita vacaciones.
Pero los Cascos Azules hemos llegado para quedarnos.
Estamos en temporada de caza de
……..…
¡Salud y anarquía, y un porrito cada día!
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