Pone en cuestión al modelo educativo del Instituto y en eso tiene razón, porque es el mismo modelo en que nosotros fuimos educados y la juventud de hoy día no es la misma que nosotros hace 55 años atrás. Para nosotros el sistema educativo del Instituto Nacional resultó excelente y como prueba basta con mirar al lado y ver a mis compañeros de curso: gente buena, querida y respetada, excelentes profesionales, conocidos empresarios, en general gente que le ha ido bien en la vida. Por sus frutos los conoceréis, y los frutos están a la vista.
Sin embargo también tiene razón nuestro joven compañero, que ha debido estudiar en un sistema educativo OBSOLETO muy similar al que tuvimos nosotros, en consecuencia que los jóvenes de hoy no tienen nada que ver con los jóvenes de hace 55 años atrás, ese es el problema.
El sistema educativo actual nació hace tres siglos y su objetivo era el de preparar cuadros, empleados y obreros para la naciente revolución industrial de esos años. Por ejemplo, Andrés Bello en Chile, pregonaba que a los futuros obreros no era necesario enseñarles más que cosas básicas: leer, escribir, sumar y restar.
El Instituto Nacional fue creado en una concepción laica, alejándose de los dogmas y la fe que nos subordinaban a la Iglesia Católica en esos días, con el fin de formar ciudadanos que dirijan la nación, basado en una concepción iluminista del ser humano: la diosa razón con su lógica inexorable puede llevarnos a conocer y a dominar la naturaleza y el mundo.
El himno institutano así lo dice: “…ser el primer foco de luz de la nación” hace alusión a la luz del iluminismo y tiene una doble lectura porque se puede tomar “primer“ cronológicamente o “primer” como el más importante, el número uno.
Dice el orador que somos chovinistas, pero todos los himnos son chovinistas, basta con escuchar los himnos patrios de los distintos países, (Deustchland über alles, über alles in der welt-Alemania por sobre todos, por sobre todos en el mundo) o de cualquier institución. Es así porque tienen como objetivo hacer que sus miembros se sientan orgullosos de pertenecer a ella y en ésto no veo nada malo.
Por otra parte el lema: “Labor Omnia Vincit”(el trabajo siempre vence), es también coherente con la ética del deber kantiano vigente en esa época. Es con disciplina, esfuerzo y trabajo que se aprende y se logran los objetivos en la vida, es decir cada cual se forja su destino.
Pero como dice nuestro compañero en su discurso los tiempos han cambiado, lo que para nosotros era normal hace 55 años hoy sería la causal de una denuncia por maltrato ante la Fiscalía y probablemente meterían preso al profesor por violencia física (Poblete) o psicológica (Negro Santander).
Se viene toda una revolución en educación y el Instituto Nacional debiera ser la nave insigne de este cambio. Porque es un establecimiento educacional con historia, con tradición, es un “mundo”: con sentido, con significados, interpretaciones y valores, con historia, leyendas, vacas sagradas, mitología, tradiciones y fiestas, que tiene el poder de transformar a todo aquel que ingresa en él.
La educación que viene está basada en las ideas que subyacen la sociedad actual: se han caído las grandes utopías que imponían su verdad y hoy, más tolerantes, aceptamos que grupos de personas o individuos aislados tengan derecho a vivir según sus creencias. Hoy vivimos en la relatividad de la verdad, el respeto a la diversidad de los de las personas, en un mundo hiper tecnologizado en permanente y acelerado cambio.
LA EDUCACION QUE SE VIENE, entendiendo por educación el traspaso a las nuevas generaciones de la herencia cultural que tenemos como sociedad y que les será necesaria para enfrentar la vida cuando sean adultos.
EL ALUMNO COMO PROTAGONISTA. La educación del futuro tendrá como gran protagonista, ya no al profesor sino que al alumno. Un profesor puede hablar horas, días, sobre temas que no le interesan al alumno y éste no va a aprender nada de esas clases. Sin embargo, un alumno despierto, motivado, interesado, porque lo que está aprendiendo le concierne directamente, le gustará estudiar y leer sobre ese tema, pondrá en marcha un potencial enorme de búsqueda e investigación en Internet, en los libros en conversaciones con amigos y aprenderá en pocas horas lo que no aprendió en un año en la sala de clases.
NO MAS PROFESORES PENCAS QUE REPITEN AÑO A AÑO LA MONSERGA. NO SE PUEDE ENSEÑAR SIN PASIÓN.
El profesor debería “ser” lo que enseña. No se puede enseñar lo que no se es. No puede enseñar música un profesor, sólo un músico lo puede hacer. No puede enseñar filosofía quien no sabe filosofar.
Necesitamos, filósofos, músicos, matemáticos, historiadores con gusto por mostrar su mundo a los alumnos y no adiestradores para responder tests. (PSU).
El rol del profesor será el de despertar al alumno CON ENTUSIASMO, motivarlo, mostrarle nuevos mundos, nuevas realidades, guiarlo, ayudarlo, acompañarlo en su camino de investigación y aprendizaje.
La enseñanza del futuro ya no será vertical: la sala de clases de 45 alumnos con un pizarrón y un profesor al frente tiene los días contados. El respeto a la diversidad de los alumnos, a sus distintos tiempos de aprendizaje y sus diversas motivaciones llevarán sin duda a un sistema más libre, más abierto, más parecido a un campus universitario que a un Liceo.
EL CONOCIMIENTO. Ya no es necesario que el profesor le transmita al alumno el conocimiento como a través de vasos comunicantes, en que se produce un trasvasije desde el gran depósito de conocimientos que posee el profesor al pequeño depósito de conocimientos del alumno, que se va llenando paulatinamente clase a clase. Hoy el conocimiento está en Internet,( y mucho más que todo lo que el profesor sabe). La tarea del profesor será mostrar cómo se puede llegar a esos lugares en donde está la información requerida.
APRENDER ES CAMBIO, TRANSFORMACIÓN, ES LLEGAR A SER COMO QUEREMOS Y A SABER HACER LO QUE QUEREMOS.
APRENDER HACIENDO. La educación del futuro no consistirá en que el alumno almacene conocimientos, sino más bien en llegar a ser otro ser humano, capaz de enfrentar el mundo que se viene. Se trata de incorporar prácticas, destrezas, aprender a hacer las cosas y no saber meramente cómo se hacen. No se trata de estudiar inglés, se trata de hablar inglés. La educación se orientará más bien a cambiar el ser del alumno que a acumular conocimientos.
LA IMAGINACIÓN ES FUNDAMENTAL. Vivimos en un mundo de interpretaciones y es fundamental aprender a cambiarlas por aquellas que son útiles a la vida. “Los hechos no existen, cada cual los interpreta a su manera” (Nietzsche) El mundo es materia plástica transformable y el comprender consistirá en ir cambiando mentalmente el mundo poniéndose en distintos escenarios para evaluarlos y escoger aquel que nos abre más posibilidades.
APRENDER JUGANDO. La imaginación del comprender, es decir esta habilidad para abrirse posibilidades en el mundo, se puede fortalecer jugando juegos de roles, ajedrez, etc.
APRENDER A APRENDER. Tratándose por tanto, que el alumno deberá enfrentarse a un mundo incierto, pensaremos la educación como la incorporación de prácticas y destrezas en la acción, más que conocimientos, Habrá que reforzar el aprendizaje de competencias básicas como el aprender a aprender, como nos dice Heidegger y otras prácticas básicas que nos sirvan para vivir en el mundo del futuro que no podemos siquiera imaginar cómo será.