Por: Magdalena Rosass
Publicado: 6 marzo, 2015
Me preguntaste que fue del movimiento social de Aysén ocurrido hace tres años y quedé pensando en una respuesta.
Me vino a la memoria algo, que dijo hace poco Patricio Segura, periodista y ex integrante, como representante de Patagonia sin represas, de la Mesa Social de Aysén.
“Uno de los grandes aportes de los movimientos sociales es cambiar el sentido común. Aportar a una transformación paulatina, para muchos invisible. Pero necesaria y fundamental. Porque es el sustento de los cambios que vendrán”.
Hace tres años, el primero de marzo del año 2012, en pleno movimiento social en Aysén, este era mi testimonio
Mi amiga Jessica Parra construyó el blog para subir en esos días lo que escribí durante y después de los 40 días del movimiento.
Son cartas que circularon, sin editar por la urgencia del momento, para dar cuenta de lo que estaba pasando en nuestra comunidad y romper el cerco de silencio y desinformación que se instala misteriosamente alrededor de los movimientos sociales. Porque, de una manera u otra, todos hemos experimentado como el Estado con diferentes matices, reprime o ignora durante la movilización social, como si ello fuera parte de la estrategia que habitualmente termina en la criminalización de la protesta, resolución y o desaparición forzada del conflicto. Así ha ocurrido en Freirina, ocurre en la Araucanía, Antofagasta, Quinteros y Puchuncaví, Está pasando en este momento, en la comunidad de Caimanes.
En Aysén el movimiento social de cuarenta días fue inolvidable. Algo de ello se resume en este fuerte video.
Cuarenta días de una región completamente bloqueada por sus ciudadanos, cuarenta días de una represión nunca antes vista en la zona, ejercida con la fuerza policial traída en aviones especiales desde Santiago. Un movimiento que a muchos nos cambió percepciones importantes de la vida, de la relación con la autoridad y de nosotros mismos y que a tres años de ocurrido, todavía no genera consenso respecto de sus logros.
Solo terminó la movilización, dice el Obispo Luis Infanti, el movimiento social no ha terminado porque falta mucho avance.
Con 108 mil kilómetros cuadrados y una densidad de población de 0.7 habitante por kilómetro cuadrado, la mayoría de las ciudades y pueblos de la región fueron fundadas desde principios de 1900, a excepción de la isla de Melinka. Para comprender este territorio humano y su idiosincrasia, es necesario entender que los pobladores llegaron a habitarlo antes que llegara el Estado y que sus primeras luchas fueron con las grandes estancias ganaderas, que recibían las concesiones gratuitas de inmensos pedazos de tierra y se instalaban diciendo que aquí no vivía nadie. Frase que repitió un Ministro de Estado, no hace mucho tiempo.
Esta, es una zona desconocida e incomprendida por el Estado y que desde hace muchos años, se solicita que sea considerada de excepción. Una zona maravillosa para el turista, dura para los ancianos, desafiante para los jóvenes, una zona con muchos problemas sociales producto del aislamiento y de la perdida sistemática de la ruralidad, una zona isla, que tiene una relación familiar con Argentina porque la pampa es la misma, porque las familias están aquí y allá. Una zona llena de desafíos y esperanzas, y en el cual ante un hipotético colapso global al genial estilo literario de Doris Lessing, (véase memorias de una superviviente) su gente sobreviviría.
Parecerá extraño para el resto del país, que toda una región sostenga en un movimiento social de estas dimensiones, once demandas: Rebaja de combustibles (los pescadores de las islas pagan todavía el doble o a veces el triple de precio por el combustible de lo que paga un pescador en Valparaíso); Salud de calidad: con solo un hospital regional y en el resto de las comunas solo médicos generales, hoy se construye el de Aysén y se mejoran los de Chile Chico y Cochrane Equidad laboral con un sueldo mínimo regionalizado: En la zona hay dos categorías de sueldos, el que da 100% de zona a los empleados públicos incluidos las fuerzas armadas y el otro, el de los trabajadores comunes a quienes se considera el sueldo mínimo del resto de chile; Participación ciudadana vinculante: Es la medida que solicitábamos los integrantes de los movimientos antirepresas con una premisa muy sencilla: Si quieren venir a instalar estos mega proyectos a la región, que nos pregunten. Hoy en Puerto Aysén pretenden construir una represa en una zona que pone en peligro a toda la población de la ciudad de Aysén; Universidad pública regional: Un proyecto de creación de la universidad que está en marcha; Administración y regionalización de los recursos naturales: Hidrobiológicos, agua, minería y suelos. Medida de la cual no hay avance; Empoderamiento de la Pesca Artesanal: Define las cuotas de pesca, seguimiento, parcelas familiares, respeto al derecho de los tres mil pescadores de la región. Este es un tema muy complejo, que sigue en discusión y en el cual los pescadores siguen perdiendo lo poco que tienen; Canasta básica y mejoramiento de la calidad de vida: En Patagonia pagamos el agua y la luz más cara de Chile. Hasta hoy solo se ha entregado un bono de leña que complicó bastante a los que no acceden a este bono, pues subió para siempre su precio. Además, como es sabido, Coyhaique en invierno es la ciudad mas contaminada de chile, el aire el irrespirable por el uso de la leña húmeda y los malos calefactores; Subsidio al transporte de carga y pasajeros, conectividad: Llegar a nuestra región solo es posible en avión, barco, o por tierra por Argentina, no hay subsidio para el transporte de mercaderías. Programa de desarrollo del pequeño o mediano campesino rural instalación de luz y caminos en zonas rurales:Todavía hay comunidades que viven sin luz eléctrica, sin acceso a teléfono, sin alcantarillado: Vivienda regionalizada y pertinente: La vivienda social en Arica, Santiago y Patagonia sigue un mismo patrón, sin importar las diferencias geográfica, ni las necesidades locales.
De estas once demandas de la región, una que no estuvo, fue la que más se cumplió: Poner la región de Aysén en el mapa de Chile. Ser un ejemplo de que con unidad es posible producir cambios. Lamentablemente también en este caso, ocurrió el fenómeno que nos divide y nos desalienta. No hemos sabido seguir conversando, las autoridades locales no supieron ver, valorar y relacionar los pequeños gestos de cada uno de ellos: El pescador, carpintero, albañil, esa mujer trabajadora de faena de la pesca, esa dueña de casa que estuvo dispuesta a pasar días en una carpa para ser reconocida para ser vista: Hay que seguir intentándolo, el proceso social es largo, nuestra región, la única de Chile al otro lado de la cordillera, seguirá luchando por dejar de ser una isla.
[1] Denominación dada al territorio por el Almirante Enrique Simpson al territorio explorado a fines de 1800, Anuarios Hidrográficos de la Armada de Chile.
Me preguntaste que fue del movimiento social de Aysén ocurrido hace tres años y quedé pensando en una respuesta.
Me vino a la memoria algo, que dijo hace poco Patricio Segura, periodista y ex integrante, como representante de Patagonia sin represas, de la Mesa Social de Aysén.
“Uno de los grandes aportes de los movimientos sociales es cambiar el sentido común. Aportar a una transformación paulatina, para muchos invisible. Pero necesaria y fundamental. Porque es el sustento de los cambios que vendrán”.
Hace tres años, el primero de marzo del año 2012, en pleno movimiento social en Aysén, este era mi testimonio
Mi amiga Jessica Parra construyó el blog para subir en esos días lo que escribí durante y después de los 40 días del movimiento.
Son cartas que circularon, sin editar por la urgencia del momento, para dar cuenta de lo que estaba pasando en nuestra comunidad y romper el cerco de silencio y desinformación que se instala misteriosamente alrededor de los movimientos sociales. Porque, de una manera u otra, todos hemos experimentado como el Estado con diferentes matices, reprime o ignora durante la movilización social, como si ello fuera parte de la estrategia que habitualmente termina en la criminalización de la protesta, resolución y o desaparición forzada del conflicto. Así ha ocurrido en Freirina, ocurre en la Araucanía, Antofagasta, Quinteros y Puchuncaví, Está pasando en este momento, en la comunidad de Caimanes.
En Aysén el movimiento social de cuarenta días fue inolvidable. Algo de ello se resume en este fuerte video.
Cuarenta días de una región completamente bloqueada por sus ciudadanos, cuarenta días de una represión nunca antes vista en la zona, ejercida con la fuerza policial traída en aviones especiales desde Santiago. Un movimiento que a muchos nos cambió percepciones importantes de la vida, de la relación con la autoridad y de nosotros mismos y que a tres años de ocurrido, todavía no genera consenso respecto de sus logros.
Solo terminó la movilización, dice el Obispo Luis Infanti, el movimiento social no ha terminado porque falta mucho avance.
Con 108 mil kilómetros cuadrados y una densidad de población de 0.7 habitante por kilómetro cuadrado, la mayoría de las ciudades y pueblos de la región fueron fundadas desde principios de 1900, a excepción de la isla de Melinka. Para comprender este territorio humano y su idiosincrasia, es necesario entender que los pobladores llegaron a habitarlo antes que llegara el Estado y que sus primeras luchas fueron con las grandes estancias ganaderas, que recibían las concesiones gratuitas de inmensos pedazos de tierra y se instalaban diciendo que aquí no vivía nadie. Frase que repitió un Ministro de Estado, no hace mucho tiempo.
Esta, es una zona desconocida e incomprendida por el Estado y que desde hace muchos años, se solicita que sea considerada de excepción. Una zona maravillosa para el turista, dura para los ancianos, desafiante para los jóvenes, una zona con muchos problemas sociales producto del aislamiento y de la perdida sistemática de la ruralidad, una zona isla, que tiene una relación familiar con Argentina porque la pampa es la misma, porque las familias están aquí y allá. Una zona llena de desafíos y esperanzas, y en el cual ante un hipotético colapso global al genial estilo literario de Doris Lessing, (véase memorias de una superviviente) su gente sobreviviría.
Parecerá extraño para el resto del país, que toda una región sostenga en un movimiento social de estas dimensiones, once demandas: Rebaja de combustibles (los pescadores de las islas pagan todavía el doble o a veces el triple de precio por el combustible de lo que paga un pescador en Valparaíso); Salud de calidad: con solo un hospital regional y en el resto de las comunas solo médicos generales, hoy se construye el de Aysén y se mejoran los de Chile Chico y Cochrane Equidad laboral con un sueldo mínimo regionalizado: En la zona hay dos categorías de sueldos, el que da 100% de zona a los empleados públicos incluidos las fuerzas armadas y el otro, el de los trabajadores comunes a quienes se considera el sueldo mínimo del resto de chile; Participación ciudadana vinculante: Es la medida que solicitábamos los integrantes de los movimientos antirepresas con una premisa muy sencilla: Si quieren venir a instalar estos mega proyectos a la región, que nos pregunten. Hoy en Puerto Aysén pretenden construir una represa en una zona que pone en peligro a toda la población de la ciudad de Aysén; Universidad pública regional: Un proyecto de creación de la universidad que está en marcha; Administración y regionalización de los recursos naturales: Hidrobiológicos, agua, minería y suelos. Medida de la cual no hay avance; Empoderamiento de la Pesca Artesanal: Define las cuotas de pesca, seguimiento, parcelas familiares, respeto al derecho de los tres mil pescadores de la región. Este es un tema muy complejo, que sigue en discusión y en el cual los pescadores siguen perdiendo lo poco que tienen; Canasta básica y mejoramiento de la calidad de vida: En Patagonia pagamos el agua y la luz más cara de Chile. Hasta hoy solo se ha entregado un bono de leña que complicó bastante a los que no acceden a este bono, pues subió para siempre su precio. Además, como es sabido, Coyhaique en invierno es la ciudad mas contaminada de chile, el aire el irrespirable por el uso de la leña húmeda y los malos calefactores; Subsidio al transporte de carga y pasajeros, conectividad: Llegar a nuestra región solo es posible en avión, barco, o por tierra por Argentina, no hay subsidio para el transporte de mercaderías. Programa de desarrollo del pequeño o mediano campesino rural instalación de luz y caminos en zonas rurales:Todavía hay comunidades que viven sin luz eléctrica, sin acceso a teléfono, sin alcantarillado: Vivienda regionalizada y pertinente: La vivienda social en Arica, Santiago y Patagonia sigue un mismo patrón, sin importar las diferencias geográfica, ni las necesidades locales.
De estas once demandas de la región, una que no estuvo, fue la que más se cumplió: Poner la región de Aysén en el mapa de Chile. Ser un ejemplo de que con unidad es posible producir cambios. Lamentablemente también en este caso, ocurrió el fenómeno que nos divide y nos desalienta. No hemos sabido seguir conversando, las autoridades locales no supieron ver, valorar y relacionar los pequeños gestos de cada uno de ellos: El pescador, carpintero, albañil, esa mujer trabajadora de faena de la pesca, esa dueña de casa que estuvo dispuesta a pasar días en una carpa para ser reconocida para ser vista: Hay que seguir intentándolo, el proceso social es largo, nuestra región, la única de Chile al otro lado de la cordillera, seguirá luchando por dejar de ser una isla.
[1] Denominación dada al territorio por el Almirante Enrique Simpson al territorio explorado a fines de 1800, Anuarios Hidrográficos de la Armada de Chile.
Gentileza de Magda Rosas, en la publicación de: http://sitiocero.net/2015/apuntes-desde-la-tempestuosa-comarca-1/