Quierida familia, amig@s y compañer@s
No tengo mucho tiempo para escribir esta mañana.
Siento que las cosas se complican.
La comisión de pesca del senado aprobó la Ley de pesca.
Entiendo que hoy el senador Horwath y dirigentes de la pesca
tendrían reuniones con el ejecutivo.
La situación es muy grave.
Cuesta mantener la esperanza.
Los comuneros Mapuche en huelga de hambre pasaron ya los 40
días, son jóvenes, han perdido mucho peso, están muriendo de a poco frente a la
indolencia total de los medios de comunicación y la sociedad.
Necesito decir algo fuerte y claro.
Yo no escribo estas cartas porque fui del gobierno anterior
y estoy en contra de este.
Los que me conocen saben.
Es imposible caminar para adelante sobre las huellas de los
propios pies.
Mi denuncia no es contra este o ese gobierno.
Mi denuncia es contra una sociedad y un sistema impuesto
gracias a la fuerza, que ha convertido a nuestro país en un espacio donde los
valores humanos se pierden.
Un sistema político que obliga a los mismos políticos a
sacarse los ojos entre ellos.
Un sistema donde el dinero, el lujo y los privilegios son el
motor de la mayoría de las conductas.
Escribir estas cartas me cierra y me cerrará algunas
puertas, me abrirá otras, no me importa. No es lo que busco.
Busco al menos desde aquí, desde este lejano y querido
territorio chileno, soñar y luchar porque otro mundo es posible.
Adjunto carta escrita por José Asencio, pescador artesanal
de Puerto gaviota que estuvo en huelga de hambre aquí en Coyhaique.
Magdalena