Cada vez son más las
mujeres que crean organizaciones pro animales, que recogen, cuidan y dan
refugio a perros y gatos abandonados e incluso chinchillas de criaderos
peleteros. Acusan que en Chile el maltrato animal es un tema olvidado y que la
actual ley no castiga a quienes abusan de las mascotas. Su movimiento -afirman-
está prendiendo rápido.
Por Nicole Pulgar M., revista Ya, El Mercurio.
"Era un día jueves. Salí del metro Dorsal y la
vi. Me quedé observándola unos segundos mientras ella buscaba a un humano que
la viera, pero nadie la miró. Era una hermosa perrita negra azabache que estaba
malherida. Tenía su cabecita rota y rastros de sangre. Yo observaba mientras
ella suplicaba ayuda con la mirada. Nadie la vio. Fue invisible para
todos".
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Carolina Pino |
Carolina Pino
recuerda con tristeza ese episodio que sucedió hace cinco años en Recoleta. La
perrita de la que habla es Doris, quien ahora tiene seis años y vive en Temuco
con una familia de extranjeros que la quisieron desde el primer momento en que
la conocieron.
Así como Doris, son muchos los animales que deambulan por las calles de nuestro
país sin tener un techo, protección ni comida. Según el veterinario de la Comisión de Crianza de
Kennel Club, José Inostroza, son cerca de dos millones de perros los que se
encuentran abandonados a su suerte. Además, asegura que entre el 60 y 80 por
ciento de estos animales tuvo dueño en algún momento.
La situación de abandono que viven tanto perros como gatos
callejeros se ve favorecida por la carencia de una ley de tenencia responsable
que obligue a las personas a hacerse cargo de sus mascotas. Esto no sólo
implica un constante aumento en la población animal que ronda por la ciudad,
sino que además fomenta el maltrato y abuso en contra de estas criaturas que
viven sin ningún estatuto legal que las proteja. Ante esa realidad, en el
último tiempo se han multiplicado las organizaciones pro animales donde las
mujeres son activas integrantes. Carolina Pino, psicóloga y proteccionista,
hace más de cinco años dedica gran parte de su tiempo a los animales
abandonados.
-Lo que le pasó a la Doris me marcó mucho. No entendía que un animal
herido pudiera ser invisible a los ojos del hombre; que buscara ayuda y no
fuera considerado en lo absoluto. Por eso es que mi principal motivación para
trabajar por los animales se debe a que ellos no pueden pedir ayuda.
Carolina se dedica a rescatar animales -principalmente perros- que se
encuentran abandonados y vulnerables. Los recoge, los lleva a un veterinario,
los esteriliza y luego los da en adopción. Finalmente los entrega a personas
que sean idóneas para el animal. Después hace un seguimiento para asegurarse de
que éste se encuentre en buenas condiciones. A la fecha, lleva más de 450
perros dados en adopción y planea crear la organización Suyai
("esperanza" en mapudungún).
Se podría decir que su vocación por los animales es
heredada: su madre rescataba perros y su abuelo, gatos. Actualmente, su apoyo
fundamental es su marido, Hernán, quien también ha rescatado animales,
incluyendo algunos de los que tienen en su hogar. La pareja tiene cuatro gatos
y cinco perros y medio (uno es de los padres de Carolina, pero ella también lo
siente como propio). Todos han sido rescatados de las calles.
-En Chile hay demasiados perros abandonados. Y lo que es
peor, varios de ellos han sido maltratados. En nuestro país, el maltrato animal
es un tema que está lejos de llegar a buen puerto porque no hay jurisprudencia
respecto a las penas. Por eso estamos luchando.
Carolina recuerda otro hecho que le provocó un gran impacto: la historia de
Alvarito.
-Era un cachorro de tres meses y medio que llegó a vivir al
estacionamiento de la
Municipalidad de Recoleta, cuando yo trabajaba ahí como
psicóloga. Le daba comida y lo cuidaba. A los días, un chofer de Seguridad
Ciudadana me dice "saque a este quiltro de acá, porque afea el lugar, o si
no, lo mato. Le doy dos días". Me desesperé buscándole un lugar. Encontré una
clínica, pero lo podían recibir a la semana siguiente.. Un día escuché un
grito. Alvarito estaba durmiendo al sol cuando el tipo pasó con el auto por
arriba de él. Pensé que no lo iba a matar, si era sólo una guagua.
Hicimos todo lo posible, pero lamentablemente el neumotórax
que le causó el atropello fue demasiado. Esto marcó mi lucha por los derechos
de los animales. Fue la primera denuncia formal que hice en la PDI por maltrato animal. En la
municipalidad me dijeron: "el quiltro o tu pega". Hasta el día de hoy
no me arrepiento de haber elegido al quiltro.
Según el artículo 291 bis del Código Penal, "el que cometiere actos de
maltrato o crueldad con animales, será castigado con la pena de presidio menor
en su grado mínimo (61 a
540 días) y multa de uno a diez ingresos mínimos mensuales o sólo a esta
última". A pesar de ello, son pocas las veces en que los maltratadores
reciben algún tipo de castigo.
Bien lo sabe Gabriela Piferrer, ingeniera industrial y
presidenta de S.O.S. Gatitos, organización creada en 2004 y que entrega
diversos tipos de ayuda a gatos.
-El Estado no se hace cargo. Sería tan fácil empezar
políticas públicas, aunque éstas no sólo trabajaran por los animales en sí.
Puedes hacerlo con los chicos en la escuela. El respeto por un ser vivo es
valórico. En otros lados se enseña en el colegio, como en Canadá. Eso no
costaría demasiado y haría que el tema mejorara.
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Gabriela Piferrer |
Gabriela Piferrer trabaja en favor
de los gatos hace ocho años, justo después de que uno de los suyos se enfermara
y no tuviera dónde pedir ayuda. Peregrinaba por los veterinarios y no
encontraba solución. Así conoció a José Inostroza, el veterinario que además de
trabajar en el Kennel Club, entrega parte de su tiempo a la organización. Éste
la ayudó y posteriormente formaron S.O.S. Gatitos junto a tres personas más.
En su labor, Gabriela busca fomentar la esterilización de
los gatos y orientar a las personas. Dice que esto último es un eje importante,
ya que en varias oportunidades la han llamado para que se haga cargo de animales
abandonados.
-Nosotros no tenemos refugio, así que intentamos guiar a la
persona para que pueda resolver el problema por sí misma. Si te encuentras una
caja de gatitos, yo te voy a explicar cómo los tienes que alimentar y te voy a
dar la leche si puedo dártela. Te explicaré dónde tienes que darlos en adopción
y dónde se pueden esterilizar. No es que me llames y digas "encontré estos
gatitos. Hazte cargo", porque si los recojo, ¿después qué hago con ellos?
Algo que uno tiene que aprender es que no puede rescatarlos a todos. Ahí hay
que ir a la causa raíz, que es la falta de educación y de adopción.
Eso por un lado. Por el otro está la esterilización. Para
ello realizan jornadas masivas donde entregan la opción a bajo costo ($7.500) o
de manera gratuita. También organizan salidas por diferentes sectores de
Santiago, donde emplean la técnica "Trap neuter return", que consiste
en atrapar, esterilizar y soltar a los gatos en el mismo lugar donde fueron
encontrados. Con este método se evita que la reproducción siga masificándose de
manera descontrolada. Ya son más de 200 gatos los que han sido tratados con
esta técnica.
La mayor parte de los gastos son costeados por Gabriela y las otras 25 personas
que trabajan con ella. "Yo antes vivía en mi burbuja, hasta que llegaron
mis gatos -Stitch y Brujo- y me hicieron ver lo que pasaba", comenta
mientras acaricia al gato que se convirtió en su inspiración fundamental.
La también ingeniera civil industrial, Paula Romero realiza
un trabajo semejante al de Gabriela. Igualmente otorga gran parte de su tiempo
y dinero a la ayuda animal. Participa en la agrupación Esperanza Animal con las
Botas Puestas, que nació tras unirse a otras personas que luchaban por lo mismo
que ella: el rescate de animales en estado de abandono y su posterior
rehabilitación. Además, los esterilizan y después les buscan una familia
responsable.
-Todo mi tiempo libre se lo dedico a ellos. Mis salidas en
las mañana, antes de irme al trabajo, son para dejar perros para esterilizar,
los almuerzos para visitarlos y las tardes o fines de semana son para compartir
con ellos. Realizo este trabajo hace cuatro años formalmente, pero de manera
informal lo he hecho toda mi vida.
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Paula Romero |
Paula Romero -quien
tiene 11 perros y cuatro gatos- cuenta que el bichito que la mueve es el amor
que siempre ha sentido por los animales, desde la incondicionalidad que éstos
representan hasta la indiferencia que les demuestran los seres humanos. La
ingeniera comenta que ha rescatado animales en pésimas condiciones, pero que
hoy se encuentran completamente sanos y en hogares donde son queridos y
cuidados.
-Hacemos un trabajo serio, responsable, hecho con cariño y sin otro interés más
que ayudar y proteger. Y si se puede hacer, hay que hacerlo. Aquí el problema
es que vivimos en una sociedad tan exitista e individualista que somos
incapaces de mirar más allá de nosotros mismos, pero los animales sienten todo.
Ellos son puro amor y entrega.
La mayoría de los rescatados por Paula provienen de la zona
oriente de Santiago. En ese sector fue donde encontró a Inge, una perrita
labradora que durante semanas estuvo cerca de Escuela Militar, en Las Condes.
Varios la fotografiaron, pero nadie se hizo cargo, nadie la ayudó. Se mantuvo
en el lugar hasta que Paula la fue a buscar. Pensó que estaba preñada, pero
cuando la llevó al veterinario supo que la realidad era otra: tenía piometra,
una infección al útero provocada por la acumulación de secreciones y pus.
Afortunadamente, Paula llegó a tiempo y hoy Inge goza de una nueva y feliz vida
en Suiza, país al que se fue con la pareja extranjera que la adoptó en
noviembre pasado.
-La diseñadora de vestuario Ximena Wiesenfeld y la técnico en educación parvularia Mariela Salcedo forman parte de la
organización Perrito Maltratado, en Maipú. Este grupo alimenta a los perros que
habitan en las calles y también les busca un hogar a los más vulnerables.
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Mariela Salcedo |
Mariela Salcedo empezó
a preocuparse por los animales a muy temprana edad. Recuerda que cuando niña
sacaba leche y pan de su casa para dárselo a los perros y gatos que vivían en
la calle. Ahora su labor es aún mayor: durante el día difunde información sobre
los animales que están en adopción y también cuida a los seis perros (dos en
tránsito) y cuatro gatos que viven en su casa. Por las noches, alimenta a los
perros que cuida en la plaza de Maipú.
-Mi principal motivación radica en el respeto a la vida y
por tratar de apaciguar el dolor de los animalitos abandonados. He visto cosas
terribles donde las culpables principales son las personas irresponsables, que
ven a las mascotas como un macetero. Existe gente que no ha sabido apreciar lo
que es un animal ni comprender que es un ser que sufre y entiende. Creo que hay
que ayudarlos simplemente porque respiran. Siento que tengo un compromiso de
amor con ellos. Además, yo los elegí el día que nací -comenta Mariela.
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Ximena Wiesenfeld |
Ximena Wiesenfeld
dedica casi el 80% de su tiempo al tema animalista y cuenta que éste influye en
cada uno de los aspectos de su vida cotidiana, desde lo que usa, hasta lo que
come.
-Intento no ser cómplice de algo en que ellos puedan ser
perjudicados. El sentimiento de amor y consideración que tengo por los animales
es algo arraigado en mí desde que tengo conciencia, y la motivación es poder
ejercer una justa defensa y protección de sus derechos, de lo que les pertenece
y de lo que ellos merecen igual que nosotros por el sólo hecho de compartir
este planeta.
La diseñadora también ha participado en varias jornadas de
adopción y esterilización, y ha contribuido en el reencuentro entre animales
extraviados y sus familias.
Actualmente, Ximena tiene tres gatos -Trigo, Gato y Kichi- y
cuenta con el apoyo de su marido. Ella cree que la mayoría de las personas no
comprende que los animales son capaces de sentir igual que los humanos.
-Si le entierras un alfiler a una persona y a un animal, los
dos sienten lo mismo. Si los abandonas, ambos perciben desarraigo, soledad y se
deprimen. Por otro lado, la responsabilidad del abandono animal es de todos.
Nosotros como sociedad tenemos que hacernos cargo de la cadena de errores que
se cometen y que provocan que exista este problema. Cuando alguien adquiere un
animal lo primero que debe hacer es proyectarse con él al menos diez años y
saberse capaz de dedicarle tiempo, tolerar sus travesuras, alimentarlo,
cuidarlo, quererlo como corresponde en ese lapso. Por ahora, lo mejor es ir
promoviendo las esterilizaciones masivas y las adopciones de los que viven en
las calles.
Existen varias agrupaciones preocupadas por perros y gatos desprotegidos. Sin
embargo, ¿qué ocurre con los otros animales? ¿Se trabaja por los no
domesticados?
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Nicole Sandoval |
En Playa Ancha, Valparaíso, vive Nicole Sandoval. Es estudiante de Astronomía y en su casa tiene
diez chinchillas rescatadas de criaderos peleteros ubicados en La Florida y Rancagua. Hace
dos años fundó junto a otras personas la organización Defensa Animal Vegetal,
que está en contra de la industria de pieles en el país. Según Nicole, son
cerca de 60 criaderos los que realizan esta actividad en Chile con la
autorización del SAG.
-En esos lugares se crían animales de forma intensiva. Son
maltratados, como lo es en el caso de las chinchillas, donde muchas veces son
despellejadas vivas para poder vender pieles al exterior. Actualmente estamos
con un proyecto de ley que busca prohibir estas situaciones y erradicar el negocio
peletero en el país.
La joven cuenta que mantiene un refugio en su hogar y que
dedica las 24 horas del día al cuidado de estos pequeños roedores. La
agrupación se creó después de que Nicole notara que no existía nada semejante.
El método de trabajo consiste en infiltrarse en peleterías para poder obtener
información y posteriormente rescatar animales. Luego, las chinchillas son
rehabilitadas y entregadas en adopción. Ya van ocho criaturas adoptadas.
Esta organización surgió después de que Nicole viviera una
experiencia traumática:
-Hace años fui a un criadero porque quería comprar una
chinchilla macho para que le hiciera compañía a la hembra que yo tenía. En ese
tiempo tenía muy poca conciencia al respecto. Lo primero que vi cuando entré
fue un montón de pieles de estos animales, recién despellejados. Esa imagen me
impactó tanto que salí completamente bloqueada y estuve mal cerca de una
semana. Quizás mucha gente al ver algo así se queda de brazos cruzados, pero yo
no. Quise hacer algo y luchar por terminar esta industria completamente
innecesaria.
Nicole asegura que falta poner mano dura en este tema, ya que, según comenta,
quienes son capaces de dañar y golpear animales, también pueden hacerlo con
niños y personas en general. Carolina Pino lo reafirma:
-Como psicóloga hago la asociación por lo que he leído en
investigaciones de Estados Unidos o España. Una persona que es capaz de
maltratar a un animal, es un potencial maltratador de niños, ancianos y
mujeres. He trabajado con mujeres y niños víctimas de maltrato y que,
efectivamente, al menos en los relatos de mujeres víctimas, uno de los
indicadores que más aparece es que sus parejas empiezan maltratando a las
mascotas.
Según dicen las entrevistadas, una ley de tenencia
responsable, la cohesión por parte de los diversos movimientos en pos de los
derechos de los animales y condenas apropiadas para quienes maltratan o abusan
de estas criaturas, serían soluciones a esta problemática. Mientras, aseguran
que continuarán luchando por conseguir un trato ético, digno y justo para todos
los animales.
Fuente: http://diario.elmercurio.com/2013/03/12/ya/revista_ya/noticias/1DB1DF32-C8C0-48E9-8761-21B946F68E5B.htm?id={1DB1DF32-C8C0-48E9-8761-21B946F68E5B}