Para algunos se trató del peor hecho de violencia en la
historia de Paraguay en relación con un conflicto de tierras.
Más de 200 policías llegaron en la mañana del viernes a
desalojar a un grupo de campesinos que ocupaban unos terrenos propiedad del
exsenador del Partido Colorado (de índole conservadora) Blas Riquelme, en
Curuguaty, unos 400
kilómetros al noreste de Asunción.
En el lugar, señalaron las autoridades, había unas 100
familias que iban a ser desalojadas por las fuerzas de seguridad.
Aún se está tratando de determinar qué fue lo que hizo
estallar la violencia, pero lo que sí ya fue confirmado es que al menos 16
personas fallecieron a consecuencia de un tiroteo que se desató en el lugar:
nueve víctimas fueron identificadas como campesinos y siete como policías. Uno
de ellos era el comandante de las fuerzas especiales del cuerpo policial que
participó en el operativo.
"No hay un conflicto por tierras con este número de
muertes en la historia de Paraguay", señaló a BBC Mundo Milda Rivarola,
historiadora y socióloga paraguaya.
El incidente además dejó unos 80 heridos, algunos de
gravedad.
Lo que ocurrió es que al haber una persona armada hubo
disparos que lamentablemente impactaron en efectivos policiales", señaló
en rueda de prensa el ministro del Interior, Carlos Filizzola, quien pocas
horas después del incidente fue destituido.
"Hubo disparos de parte de ellos, la policía tuvo que
responder", agregó Filizzola.
En cambio José Rodríguez, dirigente del movimiento de
campesinos que ocupaba los terrenos, indicó a un diario paraguayo que
"estos problemas no se solucionan enviando más armas y balas, obviamente
por ese camino sólo se van a empeorar las cosas".
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía
Internacional, emitió un comunicado en el que urgió a las fuerzas de seguridad
a no usar fuerza excesiva, aunque según su visión del hecho "al llegar los
policías varios campesinos armados dispararon contra los agentes. Los policías
respondieron con más disparos".
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ordenó el
despliegue de las fuerzas armadas a Curuguaty, luego de conocerse la magnitud
de la violencia.
Factores
La agrupación que estuvo detrás de las ocupaciones se llama
Liga Nacional de Carperos y es considerada una de las más radicales en cuanto a
sus acciones por el reclamo de las tierras, un conflicto de larga data no sólo
en Paraguay si no en toda América Latina.
El grupo afirma que tomó los terrenos propiedad de Blas
Riquelme, porque los señala de ser "malhabidos".
Riquelme es un exsenador del Partido Colorado y es
considerado cercano al exgobernante militar de Paraguay Alfredo Stroessner.
La agrupación de sin tierras afirma que esta relación se
tradujo en la entrega de tierras por parte del Estado al ahora retirado
legislador, por lo que el movimiento debía "recuperarlas".
Un informe publicado la semana pasada por la Comisión de Verdad y
Justicia, de Paraguay, se aboca al tema de la entrega de tierras por parte del
gobierno militar de Stroessner.
En el documento se señala que durante sus 35 años en el
poder Stroessner entregó casi siete millones de hectáreas de manera irregular a
personas allegadas, lo que se acerca a casi al 19% de la superficie de todo el
país.
No obstante, José Riquelme, hijo del exsenador y empresario,
señaló a medios locales que el lugar que había sido ocupado lo habían declarado
como reserva forestal hace dos décadas, aunque se encuentra dentro de la
hacienda de su familia.
"Hace veinte años declaramos como reserva forestal la
zona boscosa pero desde el año pasado los campesinos la quieren para instalarse
en ella. Los fiscales Miguel Rojas y Ninfa Aguilar ordenaron el desalojo meses
atrás, pero la Policía
no pudo cumplir el mandato porque primero buscó que abandonaran el predio
pacíficamente pero se negaron'', dijo Riquelme.
Contexto
"El origen de esto (la matanza de este viernes) es el
conflicto de tierras", señaló la historiadora Milda Rivarola.
"La transición democrática en Paraguay coincidió con
una nueva concentración de tierras en manos de pocos y el país sigue siendo
controlado por partidos de derecha con fuerte apoyo de terratenientes",
apuntó.
"Es un problema que no se ha podido resolver desde que
llegó la democracia y menos hoy en día ya que es muy rentable tener un campo
para la agroindustria", dice la historiadora y socióloga.
Paraguay depende fuertemente de la agricultura y la
ganadería, siendo ambos sectores los que han impulsado el fuerte crecimiento de
su economía en los últimos dos años.
"Este gobierno (el de Lugo) prometió cambiar lo que
venía pasando con las tierras, pero ahora está llegando al final de su período
y las promesas no se cumplieron. Por ello la paciencia de los grupos más
radicales pudiese haberse acabado y ahora todo estalló", acotó Rivarola.
Funcionarios del gobierno paraguayo, como el ministro del
Interior, rechazaron que Lugo tenga responsabilidad en el incidente de este
viernes.
El mandatario, en respuesta a lo sucedido, convocó de
urgencia a todo su gabinete ministerial, aunque en medio de una fuerte presión
por parte de sectores opositores quienes pedían la salida de varios de sus
integrantes.
Aunque es casi el final de su gobierno, es probable que esta
sea una de las más duras crisis que haya enfrentado el mandatario paraguayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario