Querido Hernán:
En ésta, mi segunda carta abierta
a ti, quisiera mencionar algunos temas que han surgido y requieren ser
tratados.
De partida, lo conmovidos que
estamos con la banda, todo nuestro equipo y yo, por la increíble acogida que
nos entregó la gente de Chile.
Gracias. Me entregaron muchos
regalos, entre ellos mi propia camiseta de voluntario de la campaña Un techo
para Chile, la cual atesoraré.
Tuve la oportunidad de
encontrarme con uno de los líderes del movimiento estudiantil, Camila Vallejo,
y quedé muy impresionado por su pasión y compromiso para demandar cambios en
vuestro sistema educacional, los que serán vitales para ayudar a crear un Chile
futuro, sin la actual y gigantesca brecha entre lo que se tiene y lo que hace
falta.
Todo mi apoyo a ella, a sus
colegas y a todos los que se han preparado para dar un paso adelante en las
protestas pacíficas contra quienes detentan el poder.
Y hablando de los poderes
fácticos, tuve la oportunidad de ir al Palacio de La Moneda y tener una
conversación de una hora con su presidente, el Señor Piñera. Le consulté al
señor Piñera acerca de muchos temas, entre ellos el sistema de educación, la
política energética y, sobre todo, la forma en que la policía reacciona ante quienes
protestan. A partir de las imágenes que se han difundido en el extranjero, la
policía chilena aparece reaccionando con mucha violencia.
Sus respuestas, por decir lo
menos, fueron sorprendentes.
No puedo repetir toda la
conversación, la cual, debo decir, fue en términos bastante cordiales pero
siento que debo compartir un par de momentos de lo que me dijo.
Sobre la educación:
El presidente me dijo que todos los niños y jóvenes entre 5 y 18 años
tienen opciones. Hay educación privada para aquellos que pueden costearla, y la
educación estatal es gratis. La educación subvencionada por el Estado cae en
cuatro categorías: establecimientos municipales, escuelas controladas por la
iglesia, escuelas independientes manejadas por organizaciones “sin fines de
lucro” y escuelas “con fines de lucro” administradas por emprendedores.
Según el señor Piñera, cada padre en Chile escoge la escuela de su hijo
y el Estado vela por todo el sistema.
Esto me sonaba a utopía por lo que le pregunté: “pero, ¿qué ocurre si
los padres de cierta área quieren enviar a sus hijos a una escuela porque
piensan que esta es mejor que las otras?” Respuesta: “Lo llevan a ésta”. ¿Y qué
pasa si no hay suficiente espacio en ella? Respuesta: “entonces construimos más
de esas escuelas”. ¿Y qué ocurre con esas escuelas que se van quedando vacías?
Respuesta: “Las cerramos”. Mmmmmm.
Por lo contrario, por otras opiniones que he recogido, entiendo que casi
en ninguna de las escuelas financiadas por el Estado, que son las gratuitas, la
educación es lo bastante buena para que los alumnos tengan el nivel suficiente
para que consigan ingresar en la
Universidad y, en consecuencia, si los padres desean que sus
hijos logren romper con las barreras sociales y económicas que arrastra un
sistema que, además, los obliga a endeudarse gravemente con los bancos.
Esta sistemática discriminación en el sistema educacional contra los
pobres impide que Chile pueda remediar sus problemas en la redistribución del
ingreso.
Sobre los disturbios y la
policía:
Desde que el señor Piñera asumió el poder –de acuerdo a él- ha habido
más de 2 mil marchas de protesta, todas autorizadas por la presidencia. Durante
estas protestas se han producido 1200 heridos sin consecuencias fatales. 1100
de estos eran policías y los otros 100 eran personas que protestaban. Mmmmmm.
Cuando dejé el Palacio lo hice en
estado de shock, aunque no dije nada a la prensa reunida afuera.
¿Estoy siendo muy duro con el
señor Presidente? Espero que no.
¿Será que todos los políticos son
tan descuidados con la verdad? Poco después, nuestro amigo mutuo, el Doctor
Pablo López me sugirió que leyera lo siguiente al final del show del sábado, y
lo hice.
“Señor Presidente: escuche a su
pueblo. Ahora”.
No es un mal consejo.
Tu amigo
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