Abril 19, 2012
Comentarios Hija de Perra
Como Performista Bizarra Multisexual e instructora de
enfermedades venéreas, constantemente la gente se acerca para contarme sus
devenires y problemas sexuales. Así he llegado a conclusiones e informaciones
bárbaras.
Me he dado cuenta que carecemos de educación sexual. Toda la
información se basa en los valores de la idealización de la sexualidad. Veo con
mis propios ojos cómo la gente no disfruta de su sexualidad reprimiéndose el
goce por estos valores trastocados por décadas de aislamiento orgásmico.
Me encuentro en un escenario donde las parejas no hablan
sobre su sexualidad. Es un verdadero tabú que se sienten a tomar el té y se
digan a la cara lo que les gusta y como les gustaría realizar los ejercicios
amatorios. El hombre, por lo general, teme siempre. No le gusta mostrar su
paquete ni sus glúteos. Usa el pantalón bien bolsudo para que no se le note
nada, va a la playa con una verdadera carpa y se siente feliz gracias a que
esta envoltura cubre totalmente sus infelices bultos masculinos. Cosa que en la
mujer es totalmente al revés. Es primordial que se le noten sus genitales
totales, sus pechugas, su culo y todo muy ajustado en su vagina. Jeans
apretadísimos, sostenes que elevan el busto, biquinis que se fabrican con 10 centímetros de
tela, etc.
¿Por qué estamos acostumbrados a esto?
Recién en estas últimas décadas podemos dilucidar en el
correr de la ciudad al metro sexual, bien apretado de tórax y pantalones más
ajustados que el resto de los hombres. Se nota que va al gimnasio, pero va a
desarrollar sus brazos y pecho olvidando por completo su culo y sus piernas,
quedando un cuerpo bastante extraño pero que no causa mayor conmoción entre las
personas.
En el anverso, actualmente el uso de elementos ajenos a la
naturaleza es cada vez más aceptado en nuestra sociedad. Ahora los hombres no
dicen “uuu que linda sus tetas”, sino que dicen “uff están ricos sus implantes”
cosa que vemos a diario en la farándula criolla cuando una nueva víctima del
bisturí nos deleita con una trasformación innatural corporal.
Retornando al tema masculino, el hombre tiene miedo de su
pene, desconfianza de su medida y grosor, desconfianza de su duración erecto y
de su eyaculación. Entonces cuando se erecta hay que actuar rápido, meterlo
velozmente antes que se baje, lo que se traduce en un acto sexual atarantado y
erróneo donde la mujer no prima en nada más que la prestación del orificio en
sí, causando incomodidad y dolor.
¿Por que las mujeres no se atreven a hablar y reclamar este
actuar?
Muchos hombres se quejan de que las mujeres son cartuchas en
la cama, claro está! Con la rapidez que se requiere para su miedosa erección es
casi imposible calentarse y dilatarse en 20 segundos y acabar fascinada en
orgasmo en 2 minutos. Agradezco la evolución y mujeres valientes que han
sabido llevar una sexualidad buena y certera logrando educar a este humano
animalesco que carece muchas veces de comprensión y entrega.
Muchas mujeres les cuesta entregarse al acto sexual, siempre
se les bombardeó la vida entera con prejuicios y valores erróneos que se
trasforman y heredan creando estructuras, limites y barreras que impiden llegar
al goce. Nace la estúpida idea imbécil de que la vagina es fea, que las
mujeres no se deben masturbar, que las mujeres son las que ponen los limites,
porque si los desafían podrían llegar a catalogarse de indecentes e inmorales,
más el abuso de la idealización del himen como el preciado fin matrimonial para
destruirlo y concebir hijos. Hace rato que las mujeres saben que la vagina
es hermosa y que – como dicen las abuelas – una bella flor que se abre a quien
sabe que debe recibir dentro de ella.
La pornografía ha jugado un rol fundamental en el
aprendizaje del ejercicio amatorio. Lamentablemente está casi en su totalidad
realizado y dirigido por hombres, lo que se traduce en creencias muchas veces
enajenadas sobre la sexualidad. Los hombres juran que pasando la lengua
como serpiente sobre la vagina lograra el éxtasis femenino. No se dan cuenta
que esta flor hay que besarla, tal cual como besamos amorosamente los labios de
la cara en un atraque emotivo e idílico.
Hombres, descubran las bondades de la vagina, su magia y sus
tiempos. Ya fue la era donde la mujer le da satisfacción al hombre. Esta es la
era donde el hombre le hace un buen sexo a la mujer.
En los lugares donde se fomenta la educación sexual, siempre
hay folletos para gay, lesbianas y mujeres… y para los hombres… ¿por qué no
hay?
Al preguntarles a ellos mismo sobre esta circunstancia me
afirmaron: “que ellos ya saben lo que tiene que hacer a diferencia de las
mujeres y los homosexuales”. El macho tan cretino siempre se ha creído el
líder, pero lamentablemente su información genética le juega en contra muchas
veces y por ejemplo podemos decir que no traen el chip para los afanes
domésticos desprejuiciados y bien realizados.
Por lógica son más brutos y no piensan muchas veces las
cosas antes de decirlas. Por lo general se guardan todo, las emociones principalmente,
y después los vemos llorando con las películas o porque su papa les dijo “te
quiero”. Bien rara la cosa!
Para follar tenemos que ser cómplices, hay que saber muy
bien lo que nos gusta y como nos gusta, alejándonos de aquellos seres que no
entienden esta dinámica. En esta sociedad es más que reconocible y
aceptable el uso del amante, es lógico y obvio. Si la gente teme a hablar de
sexo con su pareja y está insatisfecha, es natural que busque lo que no tiene
en otros para lograr la satisfacción y el agrado sexual que merece.
Muchas veces el amante nos hace mantener y resistir un
matrimonio espantoso y apremiante. Muchas veces el amante nos hace volver
a valorar y enamorar a nuestras parejas.
Entendamos que cuando nos enamoramos todo con el otro es
mágico y nuevo, el descubrirse y pasar momentos inolvidables nos hace sentir la
vorágine del deslumbramiento y sus mariposas fantásticas del deseo. Al estar en
pareja por largo periodo, eso que era fabuloso y nuevo se vuelve ordinario y
banal, se trasforma en otro lenguaje que debemos re-encantar para que el amor y
el deseo no se espume y nos aburra.
Como ven, ya estoy cansada de los numerosos estudios y
discriminaciones sobre la homosexualidad y el lesbianismo, creo que es el
momento donde debemos estudiar a los heterosexuales, que son finalmente los
seres que nos encasillan y nos traen al mundo.
He dicho
Caso cerrado!
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