Esposa de Jesús
Algunos autores recientes han puesto en circulación una
hipótesis según la cual María Magdalena habría sido la esposa, o la compañera
sentimental, de Jesús de Nazaret, además de la depositaria de una tradición
cristiana de signo feminista que habría sido cuidadosamente ocultada por la Iglesia Católica.
Magdalena penitente, por Francesco Hayez.
Estas ideas fueron desarrolladas primero en algunos libros
de pseudohistoria, como El enigma sagrado ("The Holy Blood
and the Holy Grail", 1982), de Michael Baigent, Richard Leigh, Henry
Lincoln; y La revelación de los templarios ("The Templar
Revelation", 1997), de Lynn Picknett y Clive Princey. En estos libros se
mencionaba además una hipotética dinastía fruto de la unión entre Jesús de
Nazaret y María Magdalena. Posteriormente estas ideas han sido aprovechadas por
varios autores de ficción como Peter Berling (Los hijos del Grial, )
y Dan Brown (El código Da Vinci, 2003), entre muchos otros.
No existe ningún pasaje ni en los evangelios canónicos ni en
los apócrifos que permita afirmar que María de Magdala fue la esposa de Jesús
de Nazaret. Para la mayoría de los estudiosos del Jesús histórico es una
posibilidad que ni siquiera merece ser tomada en serio. Los partidarios de esta
idea, sin embargo, se apoyan en tres argumentos:
1. En varios textos gnósticos, como el evangelio de
Felipe, se muestra que Jesús tenía con María Magdalena una relación de mayor
cercanía que con el resto de sus discípulos, incluidos los apóstoles. En
concreto, el evangelio de Felipe habla de María Magdalena como
"compañera" de Jesús.
2. En los evangelios canónicos María Magdalena es (excluida
la madre de Jesús) la mujer que más veces aparece, y es presentada además como
seguidora cercana de Jesús. Su presencia en los momentos cruciales de la muerte
y resurrección de Jesús puede sugerir que estaba ligada a él por lazos
conyugales.
3. Otro argumento que esgrimen los defensores de la teoría
del matrimonio entre Jesús y María Magdalena es que en la Palestina de la época
era raro que un varón judío de la edad de Jesús (unos treinta años)
permaneciese soltero, especialmente si se dedicaba a enseñar como rabino,
ya que eso hubiese ido en contra del mandamiento divino "Creced y
multiplicaos". No obstante, el judaísmo que profesó Jesús era muy distinto
del actual, y el papel del rabino no estaba todavía bien definido. Sólo después
de la destrucción del Segundo Templo, en 70, el papel del rabino quedó
establecido con claridad en las comunidades judías. Antes de Jesús, está
atestiguada la existencia de maestros religiosos solteros, por ejemplo en los
círculos esenios. También Juan el Bautista fue soltero, según
todos los indicios. Más adelante, algunos primeros cristianos, como Pablo
de Tarso, serían también predicadores célibes. (Aunque en la carta a Filemón,
Pablo habla de su hijo Onésimo.)
Lo que si quedó clarificado por la mismísima Iglesia Romana es que María Magdalena no fue la prostituta que limpio los pies del profeta con sus lagrimas y los secó con lo cabellos. Hoy en día María Magdalena es considerada Apóstola de la Iglesia. Lamentablemente esta información se mantiene en la cúpula de la institución religiosa, y hasta hoy no baja a los fieles papistas.
Perdonen mi intromisión. Pero dado que el tema de Jesús y la Magdalena es francamente atractivo para mi, y que principalmente simpatizo con algunos ideales representadas en este blog, no he podido abstenerme de realizar un comentario.
ResponderEliminarTodo intento sensato de recrear la probable realidad histórica de los hechos que rodearon la llegada de un Mesías a Tierra Santa dos milenios atrás debe partir de una interpretación concienzuda de los textos gnósticos (entre los que se incluyen los Evangelios). La interpretación literal de dichas fuentes sólo puede servir a los caprichos intelectuales de teólogos e historiadores, conduciendo irremediablemente al absurdo. La interpretación del potente simbolismo desvela, bien al contrario, una realidad histórica que debió ser diametralmente opuesta a la que se considera oficial. El personaje de la Magdalena y su en verdad ESTRECHÍSIMA relación con Jesús va mucho más allá de un bondadoso vientre para perpetuar un linaje sagrado. Su matrimonio, lejos de ser una ceremonia de linajes reales, representa la unión sagrada de los dos polos del ser. Para la correcta interpretación de la magnitud del personaje de María (espada de Damocles sobre el Santo cogote de la Santa Iglesia), les recomiendo (si no la conocen ya) la brillante solución que nos brinda el profesor Martín Lapiedra:
http://mateofiliadei.blogspot.com.es/
Saludos cordiales
Manu.... muchisimas gracias por tus comentarios y tu aporte... investigaré ese enlace lo más pronto posible.
EliminarUn T:.A:.F:.