13 December, 2012
"Los Mapuche, excluidos de las tomas de decisiones,
marginados, explotados, a menudo víctimas de la represión, la tortura y el
asesinato cuando se expresan en defensa de sus derechos, luchando durante
décadas, para que sus tierras no le sean usurpadas en beneficio de las empresas
transnacionales, muy poco respetuosas del ecosistema y de sus
tradiciones".
Señor Sebastián Piñera
Presidente de la República de Chile
París, 12 de diciembre 2012
Señor Presidente
Permítame llamar su atención sobre la preocupante situación
de los presos mapuches que han iniciado una huelga de hambre, corriendo el
riesgo de añadir a la abyecta sentencia que los afecta, el riesgo de morir. Leonardo
Quijón inició una huelga de hambre el 27 de noviembre pasado, Héctor
Llaitul y Ramón Llanquileo por su parte, iniciaron su propia
huelga de hambre el 15 de noviembre. Héctor Llaitul ya ha sido hospitalizado y
su estado de salud sigue siendo una preocupación importante.
Estos tres hombres, pero también otros presos, fueron
condenados a penas obtenidas después de juicios en el que sus derechos
fundamentales de acceso a un juicio justo y, conforme al artículo 14 del Pacto
Internacional de derechos civiles y políticos, no se han respetado.
Yo misma, Observadora internacional en el juicio de Cañete,
en diciembre de 2011, pude constatar, desgraciadamente y entre otras cosas, que
muchos testigos fueron presionados, otros lograron la remisión o la anulación
de las penas, lo que han afirmado y reconocido oficialmente durante las
audiencias.
Los Mapuche, excluidos de las tomas de decisiones,
marginados, explotados, a menudo víctimas de la represión, la tortura y el
asesinato cuando se expresan en defensa de sus derechos, luchando durante
décadas, para que sus tierras no le sean usurpadas en beneficio de las empresas
transnacionales, muy poco respetuosas del ecosistema y de sus tradiciones.
Este acaparamiento de tierras se realiza con la ayuda del
Ejército de Chile y viola el derecho al desarrollo establecido en la Declaración
sobre el Derecho al Desarrollo (1), que se centra en el desarrollo como el
derecho de los pueblos en primer lugar, y luego el individuo. Con esta
Declaración, el derecho al desarrollo está en el centro los derechos humanos y
se interesa a la interdependencia que existe entre el desarrollo económico,
social, político y cultural. Desde el momento que la soberanía del Pueblo
Mapuche es negada, el derecho a su desarrollo es necesariamente ignorado.
En el año 2005, la Asamblea General
proclamó el período 2005-2015, como el segundo decenio Internacional de los
Pueblos Indígenas. En este marco, y antes del final de esta década, el gobierno
de Chile haría bien en dar una respuesta positiva a los objetivos generales de
la presente década, en particular aquellos destinados a "promover la plena
participación de los pueblos indígenas, en la toma de decisiones en lo que
directa o indirectamente afecta a sus modos de vida, sus tierras y territorios tradicionales,
su integridad cultural y todo otro aspecto que concierne sus vidas
"a" redefinir las prioridades de desarrollo para promover el
principio de equidad y respeto a la diversidad cultural y lingüística de los
pueblos indígenas" y "poner en marcha mecanismos de supervisión
estrictos reforzando el sistema de rendición de cuentas en todos los niveles
con respecto a la aplicación de las medidas legales, políticas y operativas de
protección de los pueblos indígenas y el mejoramiento de sus condiciones de
vida."
La liberación de los presos, injustamente condenados, sería
un primer paso hacia una redefinición de las relaciones entre las instituciones
chilenas y los mapuches y, sería también evitar un drama humano que en un
Estado democrático donde se afirma que todos los ciudadanos son iguales, no
debiese tener lugar.
Es el momento también para detener la instrumentalización de
lo que constituye el derecho, y también de la manipulación del derecho, y más
en general, de los derechos en favor de una ideología que quiere legalizar las
prácticas liberticidas en contra de todas las normas internacionales de
protección de los derechos humanos.
Estoy segura de que miles de personas como usted serán
sensibles a esta situación que lleva a hombres y mujeres a cometer lo
irreparable contra sí mismos, porque todos los canales de respeto a la dignidad
humana, el derecho a la no discriminación, con su corolario de igualdad, están
cerradas para ellos.
En la espera de su respuesta, señor Presidente, le envío mis
respetuosos saludos
Mireille Fanon-Mendès France
Experta del Grupo de trabajo sobre los descendientes de
africanos en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Traducción: CECT Francia
(1) Adoptada por la Asamblea general en su resolución 41/128 en fecha
del 4 diciembre 1986
Fuente: http://www.mapuexpress.net/content/news/print.php?id=9555

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