Stgo. 28 de enero, 2015
Profesor, somos estudiantes y trabajadores, particularmente
de la jornada vespertina que les preocupa y ven ante sus ojos cómo se degrada
el "proyecto de Universidad Crítica" que nos ha cobijado durante
años. En donde son despedidos sus académicos, donde muchos estudiantes no
pueden realizar normalmente sus trámites curriculares para continuar sus
estudios o graduarse, donde la incertidumbre embarga a todos y todas, pero,
donde se ha impuesto una degradación mayor, cual es, la degradación ética y
moral de sus autoridades universitarias que adolecen miopía política y que no
renuncian a las granjerías de sus alicaídas parcelas de poder.
La crisis institucional, de gestión administrativa y
financiera, que fuera constatada y explicitada ante la Comunidad por algunos
académicos y dirigentes estudiantiles a principios del año 2014, como resultado
de la desidia de los controladores universitarios de aquellos días, hoy, se ha
salido de control. Todo augura, lamentablemente, que los acontecimientos
culminarán en una tragedia aun mayor de responsabilidad exclusiva de los
estamentos directivos universitarios y controladores actuales que, por cierto,
poseen mayor responsabilidad legal, administrativa y personal de los hechos. El
rumor de la quiebra o el cierre definitivo se hace cada día más explícito de no
mediar acciones audaces provenientes de decisiones colectivas.
Muestra de lo anterior se grafica también cuando la
dirección universitaria actual, no bastando con desterrar la disidencia de
trabajadores y estudiantes, demuestra y consuma la intolerancia emprendiéndolas
contra académicos hasta hace poco aliados, negando de esta manera la otredad
teórica dando paso a la antropofagia académica que se encuentra en pleno
desarrollo. Configurando con ello, lo más probable, estar en presencia de la
última fase de una crisis que se erige como terminal.
No obstante, no podríamos ignorar las infructuosas gestiones
que se han realizado para proveerse de los recursos financieros y saldar las
remuneraciones y demás compromisos contraídos con proveedores y otros. Sin
embargo, a la luz de los hechos, resulta impresentable no asumir el fracaso de
tales gestiones ya que son de naturaleza y responsabilidad objetiva. Por lo
cual no queda otro camino que transparentar esta situación, asumir hidalgamente
el error de confiar ciegamente e involucrar a lo que queda de Comunidad
Universitaria en un pronóstico voluntarioso, que más ha parecido un dispositivo
para "aquietar las aguas", de "diversionismo" para abrigar
esperanzas de los incautos y desviar la atención de los(as) inquietos
trabajadores y el resto de la comunidad.
Desde nuestro punto de vista, ha llegado el momento para
posibilitar que otras visiones aporten a la solución del problema, que los(as)
actuales responsables y directivos de nuestra universidad se abran a dar un
paso al costado, comenzando por la
Sra. rectora que en los hechos se ha sumado obstinadamente a
agravar el problema. Constatando la emergencia de la crisis, talvez se podría
diseñar un plan de contingencia o lisayllanamente formalizar la cesación de
funcionamiento de manera ordenada, pero ambas alternativas debieran involucrar
el sentir y opinión de la totalidad de los tres estamentos.
Por otra parte, contrariamente a lo que Ud. dice y pregona,
la persecusión política "personal" es un dato de la causa, es un
hecho. Se ha instaurado desde el mismo momento en que se "desvinculó"
por primera vez a una de las grandes académicas que ha pasado por nuestra
universidad que poseía un innegable prestigio nacional e internacional en su
calidad de teórica, como lo es Nelly Richard; una vez que se despidieron a los
profesores(a) Leslie Maxwell y Miguel Caro, que asumieron ambos posturas que
cuestionaban el status-quo y el despliegue de la crisis, encabezando roles
gremiales y políticos que disgustó a rectoría y académicos obsecuentes al
poder.
A mayor abundamiento, la sola existencia de
"Tribunales" inquisidores creados de manera solapada, extemporánea,
desligitimada y con fiscales ad hoc, en donde todos sabemos de antemano como
fallarán, viene a constituir un espacio universitario donde se ha reemplazado
el espacio público para el debate democrático y la disputa de las ideas, la
pluralidad y el disenso, por un espacio donde se ha "legalizado" la
espuria persecución al adversario, cual fuera una "universidad
policíaca" donde el totalitarismo es el más cierto resultado.
En el marco de los desafíos nacionales por democratizar los
espacios universitarios de manera triestamental, donde la educación de calidad
y gratuita pareciera avizorarse con mayor fuerza este año 2015, donde se
requiere una reforma universitaria como un imperativo ético en los recintos de
educación superior, donde las universidades privadas que lucran deberán asumir
un carácter público; pareciera que todo cuanto ha hecho torpemente la actual
autoridad universitaria va en el sentido contrario.
Ejemplo de lo anterior es la persecución llevada a cabo a
nuestros compañeros, los estudiantes Manuel Erazo y Carlos Sánchez, reconocidos
dirigentes estudiantiles contra quienes se les prohíbe pensar y actuar
distinto, desterrando su defensa y el "debido proceso" ya que se les
ha criminalizado con antelación. En el caso de éste último, Carlos Sánchez, se
ha sido aun más virulento, ya que su persecución se tradujo en una verdadera
campaña de desprestigio que incluyó acciones de claro tinte homofóbico,
siniestros anónimos y cuestionamientos a su dignidad e integridad personal, con
la clara intención de expulsarlo hacía meses atrás. Propósito expresado
públicamente por parte de la actual Sra. rectora.
Profesor, nos despedimos por ahora con las aun esperanzas
para que se reviertan los críticos acontecimientos que se suceden día a día en
la medida que exista un cambio de actitud política de los que en este momento
ostentan la dirección y rectoría universitarias.
Centro de Estudiantes Sociología Vespertino Uarcis (Ceso)
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