Queremos denunciar el autoritarismo y la violencia sistemática ejercida por la
dirección de la universidad, al querer mostrar una situación de normalidad en
un contexto de renuncia masiva de profesores, de interrupción sistemática de
las clases y de un probable colapso académico y administrativo en las próximas
semanas. La total indolencia de las autoridades frente al desmoronamiento de
los proyectos y sueños de cientos de familias, cuyos hijos son en muchos casos
primera generación de estudiantes universitarios, es una actitud que provoca
impotencia e indignación y que da cuenta de la negligencia total de quien
dirige la institución. Las autoridades universitarias han dejado que la
universidad profundice su crisis al no reconocer la gravedad de los problemas
académicos que ésta ha provocado, al despedir en forma arbitraria a docentes y
al proponer un espejismo de solución que profundiza el mercado, con más
endeudamiento y cobro a los estudiantes sin haber entregado adecuadamente los
compromisos académicos, y con una reestructuración inconsulta que no responde a
ningún criterio formativo.
Queremos denunciar la actitud del Mineduc, que ha avalado las decisiones de una
dirección ilegítima e ilegal y que hace vista gorda frente a la persecución
político-sindical y la vulneración de los derechos laborales, así como el
derecho de los estudiantes a su educación. El Mineduc ha guardado silencio y ha
tomado palco, permitiendo que continúe el drama humano que hay detrás de la
crisis financiera, académica y administrativa, en los hechos la ha entendido
como un simple conflicto entre privados. Más allá de iniciar una investigación
administrativa, se requiere el pronunciamiento de la autoridad respecto del
carácter de la crisis y si va a posibilitar que esta pueda ser aprovechada como
una oportunidad para concretar el tan anunciado retiro del mercado en educación
y el fortalecimiento de la educación pública.
No nos vamos a cansar de decirlo, la crisis de ARCIS es una manifestación de la
crisis del modelo fundado en dictadura, por lo que una nueva política debiera
intervenir las crisis institucionales, no sólo para sanear o cerrar, sino para
transitar hacia el fortalecimiento de un nuevo sistema de educación, que supere
la concepción de bien de consumo; todo lo demás es más mercado, es
perfeccionamiento del modelo y, al parecer, esa ha sido hasta ahora la política
del gobierno. Nosotros hemos planteado rescatar el proyecto ARCIS y ampliar por
esa vía la acción del Estado en educación, hemos propuesto una fórmula que no
implique estatización unilateral, sino como concordancia entre Estado y
comunidad; hemos propuesto, complementariamente, una modalidad de propiedad
mixta o bien la alianza estratégica con otra institución del Estado, pero nada
de eso se ha considerado, nada de eso ha sido valorado por el Mineduc. La
respuesta ha sido la total indiferencia y el envío de un proyecto de ley de
administración provisoria que nos deja sólo dos alternativas: cerrarnos o
seguir endeudando estudiantes e implementando la educación como bien de consumo
y bajo la lógica de grupos controladores antidemocráticos.
Frente a ese escenario no nos queda otra alternativa más que la movilización y
convocar la unidad de las distintas comunidades educativas y sectores sociales
para formar un sólo frente por la educación pública, para plantear que la
crisis es una sola y que lo que estamos viviendo nosotros lo han vivido y lo
seguirán padeciendo muchos otros en el futuro, mientras no se concrete de
manera real la voluntad política de fortalecer la educación como derecho social
universal, arrebatándole a los grupos privados de lucradores o de burócratas
autoritarios y clientelares, los sueños de miles de estudiantes y sus familias.
En ese marco, exigimos una vez más que el ministro nos reciba y que se instale
una mesa de trabajo con la comunidad y las autoridades legítimas, para buscar
las alternativas de solución a nuestra crisis. Exigimos que el ministro se
ponga un minuto en el lugar de las familias y que asuma su responsabilidad
frente a una situación que vulnera los derechos fundamentales de miles de
personas y que por su profundidad y por la obstinación mercantil-autoritaria de
los actuales controladores de la universidad, la única salida posible que hoy
ve la comunidad de ARCIS es la propiedad estatal y el gobierno tri-estamental.
Coordinadora Tri-estamental y Asamblea Tri-estamental de ARCIS.

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