Los pescadores de Aysén, con su maravillosa y
entretenida forma de contar historias y sentimientos, me
llevan a la adolescencia en la
Caleta de Horcón.
En esa época, Horcón todavía no era un lugar de moda. Era
una caleta donde compartimos las ilusiones adolescentes con los pescadores que
soñaban en mar, en la pesca, en la misma vida, pero mas amable. Comíamos
Locos enormes que ya no existen, Congrio frito, comenzábamos a probar el vino,
creíamos que la vida nos pertenecería siempre; en los cambios que venían;
comenzábamos a soñar que otro país era posible.
Hoy es domingo 15 de julio.
El sol de la mañana fue derritiendo el hielo a poco,
ahora en la noche todo se vuelve a congelar.
En este momento tenemos cinco grados, un grado más que
a las diez de la mañana.
Como no quisiera ser parte de esos mensajes que se ven
llegar a la bandeja de entrada y se botan sin leer, he estado sin
escribirles.
Me perdonan, pero si siento que no tengo nada que decir,
prefiero guardar silencio.
Hoy José Asencio, "El Rambo", pescador artesanal
de Puerto Gaviota, caleta pesquera ubicada en la zona litoral de Aysén, cumple
su cuarto día en huelga de hambre en la Catedral de Coyhaique.
Se veía venir y ahora llegó: El martes continúa la votación
en la cámara de diputados, de un proyecto de ley que reemplazará a la Ley que vence en diciembre. En
este nuevo proyecto, los pescadores artesanales dicen no haber sido
escuchados en temas fundamentales para ellos como son las cuotas de pesca,
la pesca de arrastre, las millas marinas destinadas a la pesca artesanal.
Marchas y movimiento en todo Chile.
Los recursos del mar han disminuido pero todos sabemos que
el consumo nacional no ha aumentado.
¿Quien se ha enriquecido con estos recursos? ¿Para que han
sido utilizados?
José Asencio, con una bronquitis desatada, decide
dejar de comer cualquier cosa sólida.
Ha adelgazado en estos cuatro días, se ve débil y cansado.
Yo no soy experta, pero llevo años escuchándolos: Los
industriales han depredado el mar con redes de arrastre. Sacan lo que les
sirve y lo otro lo botan. Los pescadores de Aysén defendiendo sus cuotas, su
territorio pesquero.
Ayer José Asencio le decía al senador Horwath que lo fue a
saludar: Antes en el tarro de sardina usted encontraba un pedazo de sardina.
Hoy encuentra cuatro o cinco sardinas chicas, porque ya no quedan. El
senador se comprometió con José, de que cuando el proyecto pase al senado,
va a venir a la región con la comisión de pesca a trabajar la Ley.
Siete familias que se convierten en Cuatro consorcios
que se quedan con el 93% del mar, dicen los pescadores. Las
cinco millas marinas se reducen a una. Con las cuotas que cada pescador tiene
hoy, no alcanza para vivir.
El Ministro Longeira después de la última sesión en la comisión
pesca de la cámara de diputados que duró mas de dieciséis horas, se
dedicó a la prensa, presentándose en todos los medios y poniéndose el parche en
la herida, porque si el martes la ley se vota así como está, los pescadores
artesanales de Chile, van a levantar la voz.
La sensación que expresan los pescadores artesanales es que
esta Ley esta hecha a la medida de los empresarios y que ello significa su
muerte.
Atentos al martes.
Ahí veremos quien es quien en esta larga historia que se
arrastra desde que Longeira asumió el Ministerio de economía y cambió las
reglas de las conversaciones que el sector había tenido con
Fontaine, el anterior Ministro.
Por otra parte, anoche a las nueve de la noche en
Coyhaique, la contaminación producto de las estufas de leña era de 995
partículas por metro cúbico, tres veces más que el nivel crítico. El aire
en ciertos sectores de la ciudad, completamente irrespirable. La gente
está dentro de sus casas, duerme, vive, se enferma, muere. No tengo cifras de
cuantas personas han muerto como consecuencia de la contaminación en nuestra
ciudad.
Les escribo porque siento que por allá, detrás de esta
pantalla hay personas que se ocupan de lo que les preocupa.
Quisiera compartir con ustedes este sentimiento de
dificultad: Escuchamos noticias aberrantes de situaciones de extrema
locura, pienso en los degollamientos de un joven en manos de su amigo y su
novia, de una mujer en manos de un anticuario desquiciado.
Las discusiones parlamentarias que nos dejan una fuerte
sensación de abandono, rabia, impotencia.
No sé si les pasa lo mismo, o solo me pasa a mí.
Quisiera compartir este pensamiento buscando una formula
para transformar esta energía.
Se viene esta semana muy dura: Marchas por el sueldo mínimo,
los pescadores en alerta extrema, la maldita Ley Hinzpeter que quiere
criminalizar la manifestación social y José que continuará su huelga de hambre.
¡Por algo le dicen el Rambo! seguirá hasta morir, ya no tiene nada mas que
perder.
Estamos viviendo momentos de mucho individualismo, donde
cada uno se salva a sí mismo sin mirar para el lado, las penas se ahogan en un
casino, seguimos sin ser capaces de llevar adelante un proyecto común de cambio
real.
Mandan los egos, las cuentas pendientes, los descréditos,
mientras los vivos de siempre se aprovechan.
Por suerte existe la posibilidad de compartir este
sentimiento con ustedes allá.
Por suerte también existe la música, porque cuando veo
a un niño de nueve años tocar maravillosamente una guitarra o un violín y
recuerdo la primera vez que llegó con su instrumento sin saber nada, me
maravillo en las posibilidades humanas y recupero la esperanza de cambios
que son posibles.
Todo el cariño en estos días difíciles,
Magdalena


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