En Chile, la condena por venta de DVD´s piratas es la muerte por fuego.
9 de diciembre de 2010 se inicia una de las tragedias calcetarías más relevantes y trágicas de toda la historia penitenciaria criolla. 83 reclusos mueren calcinados en sus celdas en la Cárcel de San Miguel, en la capital de nuestra provincia imperial. El siniestro se inicia cercano a las cinco de la madrugada, supuestamente advertido a bomberos por una llamada telefónica de un móvil, ya que, Gendarmería de Chile no alerto el incendio de forma inmediata. Al parecer el móvil era de un recluso.
El pensar que violadores, pederastas, militares asesinos, homicidas, ladrones, etc., muriesen quemado, es algo que conmueve a nadie. Lo trágico es enterarse que la mayoría de los muertos eran individuos condenados por faltas o delitos menores. Venta de DVD´s piratas, exceso de velocidad, hurto primerizo, etc., fueron los delitos de la mayoría de los cautivos muertos en éste brutal holocausto carcelario
No siempre, en muestra justicia, se a contemplado el concepto de rehabilitación. Es más, nunca se ha demostrado, por parte del estado criollo, una verdadera preocupación por modernizar los sistemas carcelarios chilenos. Rehabilitación, segregación, dignidad, son nociones completamente fuera de todo grupo político que ha accedido al poder en muchos siglos. El castigo, no sólo de privación de la libertad, sigue siendo la forma más usada para otorgar a los presos en Chile una retribución para sus actos. Encierro, hacinamiento, suciedad, inmundicia, violación, agresión y putrefacción, aun son parte de los castigos que deben experimentar nuestra población penal, ya que, únicamente no basta con privarlos de libertad, hay que degradarlos a una calidad de inhumanidad extrema.
Hay reconocidas excepciones en nuestro sistema carcelario. El Anexo Cárcel Capuchinos es un reconocido hotel de cinco estrellas destinado a condenados por delitos económicos. En Chile los delitos económicos son catalogados como “no delitos” por la mayoría de los poderosos, es más, niegan que sean delincuentes, sino, emprendedores que no deben de ser tratados como vulgares malhechores. En países civilizados un evasor de impuestos es un criminal perseguido y repudiado, del mismo modo que un corrupto o sobornante. En Chile, son grandes empresarios o un presidente de la república…
En el caso de los militares condenados por crímenes de lesa humanidad, en tiempos de dictadura, son recluidos en el Penal Cordillera, otra joyita exclusiva para “Very Important Person”. Es claro que en nuestra provincia imperial los empresarios y militares tienen un trato digno, y muy alejado de nuestra verdadera realidad penal criolla.
Aun los sacerdotes católicos pederastas tienen sus grandes privilegios. Ya que son defendidos a muerte por sus hermanos, y tratados como inocentes hasta el final del proceso judicial criollo. Aun ellos tienen el privilegio de ser separados del resto de la población penal nacional.
El poder y el dinero hacen la diferencia entre morirte de viejo en una prisión digna de un rey, o morir a corta edad quemado como un perro callejero.
Si piensas que este país en una mierda, que no existe salud, educación, y dignidad para nuestro pueblo, eres detenido y sometido a las penas del infierno. Hecho ya conocido por el bullado “Caso Bombas”, donde chicos Okupas fueron apresados en condiciones impías y tratados como la peor basura humana, sin dejar de lado el trato degradante para los familiares. Curiosamente en Chile prima la presunción de “inocencia hasta que se pruebe lo contrario”, pero en éste caso se iniciaron, únicamente, las investigaciones sin un juicio de por medio y ya fueron recluidos de la manera más vil e infamante posible.
De allí pasamos a las cárceles comunes, donde los primerizos recluidos por faltas menores y condenados por crímenes atroces viven en conjunto la degradación del hacinamiento. La “Universidad de la Vida ” cobra su real significado en estos centro penitenciarios, donde los más inexpertos pueden iniciarse en las artes delincuenciales gracias a la colaboración de expertos criminales, que no sólo los capacitaran en las artes más bajas del crimen común y organizado, sino que, además podrán recibir instrucción del sistema legal judicial.
El criterio de los jueces no podemos dejarlo de lado. Gente que pertenece a un poder del estado que no tiene a nadie que los regule, salvo sus propios pares, es propicio para el desastre de un sistema judicial y la corrupción total. Jueces que no tienen un mínimo criterio han encarcelado y hacinado a chicos, por vender DVD´s piratas o transitar en estado de ebriedad, con reos de alta peligrosidad o bandas completas, donde son reclutados como sirvientes de los poderosos internos de las cárceles.
Los gobiernos de la Centro Izquierda criolla, intentaron cambiar la cara de un sistema muerto hace siglos. Trataron de terminar con el hacinamiento, e intentaron cambiar los conceptos de castigo ha rehabilitación. Lamentablemente, los pocos recursos, la poca urgencia y el juicio de los poderes fácticos llevaron a esa doctrina a un rotundo fracaso.
El gobierno Fascisto-Liberal ya puso acento en el tema, declarando que se construirían más cárceles, modernas y modulares, con el fin de terminar con el hacinamiento. Aun no se escucha sobre la rehabilitación y entregar nuevas y mejores oportunidades para los que salen de las cárceles chilenas. ¿Que oportunidad tiene un chico, en este mundo, ganando 200 euros al mes? ¿Qué clase de oportunidad es esa? La derecha fundamentalista nunca entenderá, y está fuera de su material genético, que las oportunidades no se entregan por conceptos de limosnas, sino dando igualdad de oportunidades en los sectores donde la mayoría de los ciudadanos no tienen acceso, sea esta la salud, educación, vivienda, y salarios mínimos dignos fijados por el estado. El Ciudadano es sujeto de derecho, no de limosnas….
Ahora le toca a Gendarmería de Chile. Grupo uniformado preocupado del orden interno y las cárceles y de dentro de los juzgados chilenos ¿Es posible que desde la alerta de incendio hasta la apertura de las rejas haya pasado tanto tiempo? 83 reclusos muertos gritando por auxilio, ¿y ni un puto gendarme pudo abrir la mal parida reja?
No. No es prudente culpar de todo a los gendarmes. Es sierto que la mayoría de los uniformados de todas las ramas de la defensa sean unos “sin criterio” a nivel máximo. Pero, ¿se puede concebir que para una población de mil novecientos reclusos existiere un turno nocturno de cinco gendarmes y un paramédico? Los gendarmes chilenos no sólo son considerados como los parientes pobres de los uniformados, sino que, además están expuestos, constantemente, a peligrosas situaciones debido a su labor de cuidar y restringir a los presidiarios de todas las cárceles de nuestra provincia imperial. Bajos salarios, pocos beneficios, turnos desgastadores, y contantes agresiones de presos peligrosos, no haces una vida fácil y bonita para el cuerpo de seguridad que debe de velar por el resguardo de las cárceles criollas.
El fiscal Peña, ya inicio la investigación de este desastre nacional. El mismo fiscal Peña que impulso la detención de los chicos Okupas, y que a estas alturas se le está desplomando toda la investigación a pedacitos. Sin dejar de mencionar al chico pakistaní detenido por asociación terrorista, y que al final tuvieron que soltar por falta meritos. La primera tesis del fiscal Peña es que por riñas de bandas rivales se inicio el incendio de la Cárcel de San Miguel, curiosamente la mayoría de los internos muertos eran primerizos. Como el fiscal Peña es un reconocido lame-trasero de fascistas, y poderosos, más que seguro que protegerá la institucionalidad vigente, culpando a los reos por lo sucedido, de allí a sepultar toda la investigación sólo queda un paso. Hay cosas más peligrosas que un fiscal inteligente, y es un fiscal de metro y medio.
¡Salud y anarquía, y…… muerete en la cárcel quemado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario